Jordi Montfort – Director Consultoría Facility Management
Como ya sabemos, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están entre nosotros.
Cada día se introducen más en nuestra manera de trabajar, comunicar, hacer amistades, viajar, entender el mundo y, en definitiva, están cambiando la manera de vivir.
Del mismo modo, en el ámbito de la sanidad están provocando una nueva manera de concebir diagnósticos, comunicarnos con profesionales de la medicina y acceder a un océano de información. Esta afectación en el ámbito sanitario se denomina e-Salud.
Sin ánimo de profundizar demasiado, podríamos clasificar la ayuda que nos presta la tecnología en este ámbito en diferentes aspectos:
- La comunicación entre médico y paciente o familiares siempre ha sido un aspecto susceptible a mejorar en momentos tan delicados cuando tenemos problemas relacionados con la salud. Mientras que no hace mucho, si desgraciadamente un familiar requería de una intervención quirúrgica, lo veías traspasar unas puertas donde decía “paso restringido” y hasta pasadas unas horas de nerviosismo el médico no salía y te comunicaba la situación. Actualmente, mediante aplicaciones facilitadas por el propio hospital, podemos saber en todo momento en qué punto se encuentra el paciente. En este caso, la información no ayuda al paciente, pero sí tranquiliza a los familiares. Aspecto muy importante en estos momentos.
- La sociedad se dirige a un aumento de la población envejecida, con un incremento de enfermedades crónicas que requieren de unos tratamientos constantes. La posibilidad de poder acceder a soluciones sin moverte de casa mediante móvil o dispositivos de aviso en caso de problemas, mejora la calidad de vida del paciente, por no decir el ahorro de trayectos al hospital.
- Aunque el punto donde parece que las tecnologías pueden dar un salto radical, es en la manera de dar diagnósticos. Mediante algoritmos de cuadros de síntomas (fiebre, dolor de cabeza, color de la piel, mareos, derrames, etc.), se puede informatizar el posible diagnóstico que puede tener el paciente. Además, la posibilidad de tener dispositivos wearables que pueden monitorizar temperatura, pulso, etc. y facilitar esta información al personal sanitario (ya sea a distancia o no) agiliza la posibilidad de detectar el diagnóstico correcto sin tener que realizar pruebas invasivas y tediosas para el paciente.
Siguiendo la línea del e-Salud, el departamento de Facility Management de los centros de salud (hospitales, clínicas, etc.) también se adapta a las nuevas tecnologías y nuevas maneras de comunicación, dando como resultado ahorrar costes y mejorar la satisfacción de los usuarios.
Por otro lado, también provoca nuevos aspectos susceptibles a tener en cuenta por su vertiente negativa si se utilizan incorrectamente. Al utilizar e implementar sistemas TIC (tecnologías de la información y comunicación), aparece la necesidad de potenciar de manera significativa el departamento informático y al gestionar una gran cantidad de datos sensibles de pacientes requiere un problema en la seguridad de dichos datos.
La gestión del mantenimiento preventivo y correctivo varía, ya que la introducción de nuevos dispositivos y sistemas de comunicación, provoca una especialización técnica para este tipo de dispositivos, e implica unos modelos de contratos con empresas de servicios donde los dispositivos pueden estar en casa de los pacientes.
Las nuevas tecnologías de la información y comunicación provocan una revolución en el ámbito sanitario y, como consecuencia, se hace necesaria una actualización del departamento encargado que el core business del hospital funcione y se adapte a la nueva era. El Facility Management tiene que estar dentro del e-Salud.